En el mundo editorial cada día nacen nuevos libros, los temas son distintos y variados, se escribe de todo y de todos, la libertad es primordial para ello, nadie nos puede prohibir escribir y dar a conocer nuestras ideas.

En el mundo intelectual las ideas con ideas se refutan, es una batalla constante que ha determinado el desarrollo de la humanidad.

El libro de Abimael Guzmán a traído mucha cola estos días, ha obtenido propaganda gratis por el exceso de histeria en el gobierno y los círculos políticos de nuestro país, no han sabido afrontar este hecho y han empezado a acusar a todos los que estén de acuerdo con la publicación del libro, un error.

Abimael Guzmán es responsable de una de las páginas más tristes de nuestra historia, responsable de miles de muertes gracias a una visión equivocada de como lograr la tan añorada equidad y justicia social, Abimael Guzmán ha sido derrotado ideológica y militarmente, es un reo más, uno de aquellos que han tratado de cambiar el mundo por medios equivocados, es un viejito condenado a morir dentro de cuatro paredes. Con su libro trataba de ganar notoriedad nuevamente y lo ha logrado gracias a la importancia que le han dado ciertos sectores equivocadamente, ¿por qué hacerle caso a un tipo que ya no es nadie?, no es nadie por que los del VRAE y el Alto Huallaga no son más allá que simples sicarios pagados por el narcotráfico y no el grupo guerrillero que alguna ves pensaron ser, son gente sin ideología, que hay que combatir y derrotar si, pero no nos dejemos distraer por escritos que no valen la pena leer, si no es solo para refutarlas.

Nosotros somos responsables de lo escogemos para leer, si queremos leer lo que escribe un loco estamos en nuestro derecho, si queremos leer la biblia estamos en nuestro derecho, si queremos leer los evangelios satánicos, igual, el hombre elige su destino, pero el que con ello propase y viole la libertad de otro debe ser refutado y castigado, no quemando lo que leyó, si no castigarlo por haber elegido mal y no haber tenido el suficiente sentido crítico para saber discernir lo que está bien y lo que está mal.