En el desarrollo de la relaciones interpersonales (sociedad) el debate ideológico es constante y variado, las diferencias de pensamiento, gracias a la forma de vida de cada individuo generan preguntas e insatisfacciones, la búsqueda de la solución a ellas producen el avance en los diferentes campos del saber humano.

En la política el debate ideológico se basa en la búsqueda de soluciones para lograr la satisfacción del ser humano, sea esta defendiendo las divisiones de clases o buscando la igualdad y equidad. Pero en nuestro país hace mucho que se ha perdido esta concepción del debate ideológico y se ha pasado al insulto y a la calumnia, en el fujimorismo esta práctica alcanzó su efervescencia, y hasta hoy sufrimos la herencia de aquellos años con los actuales políticos (otorongos) de nuestro país.

En el congreso se ha olvidado atacar la posición ideológica (claro que muchos ni la tienen), todo ello se ha cambiado por los ataques personales, esto gracias al nivel de representantes que tenemos en este poder, donde muchos llegan por los ingentes aportes que realizan a los candidatos de turno que gracias a la coyuntura logran mayor aceptación, como es el caso del partido Nacionalista con Humala, y como pasó con Toledo y Perú Posible. El caso del partido Aprista es patético, congresistas de experiencia se han contagiado o quizás siempre fueron así.

Fuera del congreso algún pre candidato presidencial tilda de cabrones a otros indeseables como él.

Este error de no poder separar las diferencias ideológicas con las personales son parte de nuestra idiosincrasia, se da en nuestro quehacer diario, en el trabajo cuando un colega ataca la vida privada de otro y trata de generar anticuerpos contra el profesionalismo de este para poder sacarlo de la carrera profesional, o se da en el barrio donde el chisme es la comidilla de todos los días. El debate ideológico pierde sentido e importancia cuando los protagonistas por su bajo nivel cultural no son capaces de mantenerla, llevando el debate a una simple discusión de comadres. Queda en nosotros la tarea de superar este mal mediante el estudio, la lectura y la preparación.

Toquemos los temas de fondo por favor.